El Tau

Los dos idiomas originales de la Biblia, el hebreo y el griego, tienen en común una letra del alfabeto, el Tau. En la interpretación hebraica Tau es la última letra del alfabeto y significa el cumplimiento de la Palabra revelada. Es la marca de los salvados (ver Ezequiel :Capítulo 9, versículo 4) y también es la inicial de la palabra Torah, la Ley.
El Tau tiene una forma que nos recuerda la cruz de Cristo y aquí los simbolos se entrelazan.
Antes que los árabes descubrieran los números, se utilizaban las letras y el Tau, en el alfabeto griego, corresponde al número 300. Este mismo número se encuentra en la Biblia, en la historia de Noé (la dimensión del arca – tomada en su largo – era de 300 codos) pero muchísimas otras referencias bíblicas citan este número. En el evangelio, por 300 dínaros se podía vender el perfume de la Magdalena.....

Diferentes intepretaciones del Apocalipsis de San Juan (7-2,3) identifican el Tau como el sexto sello señalado en la frente de los servidores de Dios y en la interpretación de Ubertino de Casale (fraile franciscano) y también en la de San Bernardino de Siena (predicador y misionero franciscano), el ángel del sexto sello podría ser el mismo Francisco...
En lo tiempos de Francisco, el Tau era considerado un signo que protegía de la peste y lo tenían consigo como un amuleto
Para Francisco, el Tau era el signo de la Cruz y por este motivo lo adoptó.
Tommaso de Celano en el tratado de los milagros (II – 828) nos dice:
“Entre las otras letras, prefería la señal de Tau, y con ella sellaba las cartas y marcaba las paredes de las pequeñas celdas. En efecto, también el hombre de Dios que se llamó Pacífico, favorecido con visiones celestiales, vió con sus propios ojos, sobre la frente de San Francisco, una gran letra tau , que resplandecía con fulgores de oro”.